El ciclo de vida de un producto o material se define en relación al tiempo que transcurre desde su fabricación hasta su uso o instante en el que cumple el objetivo final para el que fue creado.
Aparentemente una botella de plástico PET tiene unos cuantos meses de vida útil y si termina en un relleno sanitario o botadero tardará entre 450 y 700 años en descomponerse. El tiempo de producción y uso de estos envases normalmente no varía mucho y es bastante corto, sin embargo lo que parecería el final de su ciclo de vida podría ser solo el comienzo.
En realidad el plástico PET tienen el potencial de vivir una vida larga si le damos la oportunidad.
Aunque parezca irreal el plástico PET con el que se fabrican todo tipo de botellas de agua, refreso o bedidas posee algunas características que lo convierten en un material amistoso medioambientalmente.
- Durante su producción y al ser un material sumamente ligero ayuda a disminuir la formación de desechos de empaque y reduce la emisión de contaminantes durante su transporte.
- Debido a su composición su transporte requiere menor cantidad de combustible por lo que aporta a la conservación de la energía.
- Su calidad de reciclabilidad. Estos envases son 100% reciclables y no generan desperdicios al momento de su transformación.
- Es considerado un gran aliado de sostenibilidad ya que por cada tonelada de plástico reciclado, se puede ahorrar alrededor de una tonelada de petróleo, lo que mantiene los recursos no renovables en el suelo.
- Su reciclaje evita recurrir a plásticos vírgenes y de origen fósil y así generar menos emisiones de CO2.
- Al reeemplazar la materia prima virgen la materia prima reciclada reemplaza a la materia prima virgen y ahorra un 89% de energía en su extracción, transporte y elaboración.
Como puedes ver las botellas de plástico PET que son recicladas traen consigo algunas ventajas y tienen la capacidad de reiniciar su ciclo de vida en más de una ocasión. Si les das un final feliz a los envases que utilizas puedes evitar que su vida acabe en el relleno sanitario y les brindas la oportunidad de transformarse más allá de su primer uso.
- Tu botella de plástico PET debería tener idealmente como final una planta transformadora, que la devolverá a su estado de pellet, para ser procesada de nuevo.
- Podría ser transformada y utilizada en nuevos productos como ropa, bolsos o mochilas, lentes de sol, cortinas, contenedores y más.
- O podría convertirse en combustible más limpio y eficiente, y los minerales que contiene podrían ser aprovechados en la producción de cemento.
Cualquiera de estos caminos es posible y depende de ti que tus envases de plástico PET se reintegren de forma segura a nuestro medio. Así como tú, luego de leer nuestro blog, varias empresas ya han hecho conciencia sobre la responsabilidad de recuperar los envases que ponen en el mercado, una de ellas es Fuente San Felipe, quienes junto a ReciVeci se preocupan por darle a sus botellas una nueva oportunidad.
Tú también puedes hacerlo y entregando tus botellas PET mediante la #Reciapp permitirás que completen su círculo de una forma armoniosa y que en lugar de un final tengan un nuevo comienzo.