Justicia ambiental: la responsabilidad compartida de quienes vivimos en las ciudades, a propósito del Día de la madre tierra
El Día Mundial de la Madre Tierra, cada 22 de abril, nos invita a reflexionar sobre cómo nuestras acciones impactan a nuestro planeta. Pero para muchos territorios, especialmente aquellos empobrecidos y racializados, no se trata sólo de reflexión, sino de sobrevivencia. Este año, en Ecuador, esa fecha llega marcada por un lamentable hecho: el derrame de más de 25.000 barriles de petróleo en la provincia de Esmeraldas.
El 13 de marzo de 2025, un deslizamiento de tierra provocó la ruptura de un tramo de 60 metros del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), en el sector de El Vergel, Quinindé. El crudo avanzó al menos durante 30 minutos sin ningún tipo de control por parte de las autoridades competentes, contaminando al menos a tres ríos (Caple, Viche y Esmeraldas), vitales para miles de personas que dependen de estas aguas para consumo, pesca y agricultura. Hoy, más de 80 kilómetros de ríos están afectados y, con ellos, ecosistemas y comunidades afrodescendientes e indígenas enteras que han sido históricamente marginadas y excluidas.
Este hecho no es aislado. Es un síntoma de una profunda injusticia ambiental. Mientras las ciudades disfrutan de energía, transporte, productos plásticos y comodidades, son las periferias —las zonas rurales, marino-costeras y la Amazonía— las que cargan con los impactos del modelo extractivista.

¿Qué es justicia ambiental?
La justicia ambiental reconoce que la crisis ecológica es también una crisis ética, política y social. Propone cuestionar un sistema que ha tratado a la naturaleza y a los pueblos que habitan en esos territorios como desechables, cuando no lo son. La justicia ambiental busca equilibrio entre comunidades sanas y ecosistemas vivos, basándose en relaciones recíprocas y gobernanza participativa.
En palabras del movimiento internacional por la justicia climática Movement Generation: esta perspectiva permite identificar las causas estructurales de la crisis: la desconexión entre las personas y la Tierra, y una economía extractiva que prioriza el lucro de unos pocos sobre la vida de las mayorías.
El rol de la demanda y la responsabilidad compartida
Para quienes vivimos en las ciudades, es fácil pensar que una tragedia que sucede en Esmeraldas, miles de kilómetros lejos de las ciudades más grandes son casos aislados y lejanos a nuestra cotidianidad. Sin embargo, existe una demanda global que viene justamente desde las ciudades y que, finalmente, sostiene esta cadena. El petróleo no sólo se utiliza para la fabricación de autos o fábricas, también se transforma en plásticos de un sólo uso que consumimos todos los días. Desde los empaques hasta los textiles, nuestra vida cotidiana está impregnada de hidrocarburos.
Entonces, ¿qué puedo hacer yo? ¿Qué podemos hacer como sociedad?
Desde el manejo de residuos en tu hogar hasta la presión organizada hacia los gobiernos para exigir una transición energética justa, como ciudadanía debemos involucrarnos como sujetos políticos.
Desde ReciVeci, siempre hacemos una invitación a pensar en los residuos que generamos y su cierre de ciclo. Internalizar las “3 R” que nos propone la economía circular: reducir, reutilizar, y (lo que definitivamente tengamos que adquirir, que se pueda) reciclar. Si reciclamos, que sea con recicladoras de base (si estás en Ecuador, encuéntralas a través de la ReciApp!).
Si tienes una empresa o trabajas en una institución, recuerda que en ReciVeci podemos apoyarte desde el ecodiseño de empaques y envases, hasta la creación de estrategias de retornabilidad y reciclaje con innovación social y tecnológica. Descubre más aquí.
Lo ambiental también es social
El desastre en Esmeraldas no solo destruyó biodiversidad. También rompió vínculos vitales entre la gente y su tierra. Hay familias que perdieron sus cultivos porque el petróleo caliente arrasó con sus chacras. Hay niños y niñas que ya no pueden bañarse en su río. Hay animales que murieron envenenados o arrastrados por el crudo. Lo que se ha perdido no puede medirse sólo en barriles.
Como afirmó WWF, este derrame es una catástrofe social y ambiental, que compromete el derecho a la vida, al agua, a la salud y a un ambiente sano. Y no es casual que quienes más lo sufren sean comunidades históricamente discriminadas.
Empieza a reciclar con recicladoras de base hoy con la ReciApp
En ReciVeci creemos que no hay sostenibilidad posible sin justicia social. Este Día de la Madre Tierra, alzamos la voz por los territorios y comunidades que enfrentan las peores consecuencias de un modelo injusto, y te invitamos a actuar. Consume conscientemente, reduce, reutiliza y recicla. Si estás en Ecuador, descarga la ReciApp y recicla con recicladoras de base. Porque todas y todos somos parte de la problemática, pero también podemos ser protagonistas del cambio.
Fuentes:
El Universo. (2025, marzo 25). Derrame de petróleo en Esmeraldas dejó más de 25.000 barriles vertidos tras rotura del SOTE. https://www.eluniverso.com/noticias/economia/derrame-petroleo-esmeraldas-sote-rotura-quininde-nota/
DW. (2025, marzo 16). Ecuador: Emergencia ambiental por otro derrame de petróleo. https://www.dw.com/es/ecuador-emergencia-ambiental-por-otro-derrame-de-petr%C3%B3leo/a-71938915
WWF Ecuador. (2025). Derrame de crudo en Esmeraldas. https://www.wwf.org.py/?394110/WWF-Ecuador-derrame-de-crudo-en-Esmeraldas
Naciones Unidas. (2016). Los pobres, los más afectados por el cambio climático, dice la ONU. https://news.un.org/es/story/2016/10/1365941
Banco Interamericano de Desarrollo. (s.f.). Cómo el cambio climático empeora la pobreza y la desigualdad. https://blogs.iadb.org/ideas-que-cuentan/es/como-el-cambio-climatico-empeora-la-pobreza-y-la-desigualdad/
The Guardian. (2014). Climate change: poor will suffer most, UN report. http://theguardian.com/environment/2014/mar/31/climate-change-poor-suffer-most-un-report
Pachamama Alliance. (s.f.). What is climate justice? https://blog.pachamama.org/what-is-climate-justice