En el marco de un esfuerzo nacional por enfrentar la contaminación por plásticos, desde inicios de 2024 se lleva a cabo una consultoría liderada por ReciVeci, Mingas por el Mar y el Estudio Jurídico Manzano para la creación del Plan Nacional de Reducción de Residuos Plásticos del Ecuador (PNRRP). Este proyecto, que incluye también un enfoque en la protección de los ecosistemas marinos, es impulsado por World Wildlife Fund (WWF Ecuador), el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) y se alinea con los objetivos de la Plataforma Global de Acción sobre Plásticos (GPAP).
Como parte del proceso, se han realizado tres rondas de talleres con actores clave del sector. La primera ronda tuvo lugar los días 10 y 12 de septiembre de 2024 en Quito y Guayaquil, donde un grupo consultivo y representantes de diversos sectores trabajaron en la construcción de una visión común para el Plan Nacional de Reducción de Residuos Plásticos, definiendo el futuro deseado para la gestión de plásticos en el país. Posteriormente, en la segunda ronda, realizada los días 12 y 14 de noviembre en las mismas ciudades, se avanzó en la definición de metas e indicadores clave para medir el impacto del plan, consolidando un enfoque integral que fomente la economía circular y la sostenibilidad.
Finalmente, la tercera y última ronda de talleres se llevó a cabo los días 18 y 20 de febrero de 2025 en Quito y Guayaquil, respectivamente. En esta fase, se presentaron y validaron los componentes estratégicos del plan, permitiendo que los participantes brindaran retroalimentación clave para su fortalecimiento antes de la fase final de sistematización y elaboración del documento definitivo.
En total, más de 100 personas participaron en estas jornadas de trabajo, dedicando cuatro horas a cada taller. La convocatoria reunió a representantes de la industria, la academia, organizaciones sociales y otros sectores, reflejando la diversidad de actores comprometidos con esta causa.
El Plan, busca reducir significativamente la generación de residuos plásticos en el país mediante una mejor gestión de residuos y la protección de los ecosistemas terrestres y marinos. Desarrollado en colaboración con empresas, instituciones y expertos técnicos, este esfuerzo representa un paso clave para impulsar prácticas responsables y sostenibles en Ecuador frente a la crisis de la contaminación plástica.
